SUPERMAN III REVIEW

Después de una más que sobresaliente primera parte y de la desilusión que presento su secuela, he continuado con la revisión del superhéroe en el cine y para mi mala fortuna todo se ha ido desmoronando poco a poco, pues cuando vas a ver una película de superman lo que quieres ver es al héroe salvando el día, luchando contra fuertes enemigos y verlo salir de situaciones difíciles. No quieres ver a un disque comediante y sus aventuras de informático. Bienvenidos a la crítica de superman III.

"Superman se tiene que enfrentar con una máquina creada por un genio de los ordenadores llamado Gus Gorman, contra un magnate megalómano que pretende transformar la Tierra y lo que es mucho peor contra un desdoblamiento de personalidad. Pero también habrá tiempo para que Clark Kent vuelva a Smallville, donde se encontrará con Lana Lang, su novia de la adolescencia."

Se nota que ya no queda nada de la sombra de Richard Donner y Richard Lester ha tomado todo el control creativo de la franquicia y eso, aunque lo esperaba, termino con cualquier interés de seguir esperando cintas del hombre acero, pues nuevamente lo que se ve en la pelicula es pura comedia, desde los créditos iniciales somos testigos de una secuencia boba y absurda que lo único que logra es dar pena ajena y lo peor es que la cinta está plagada de estos chistes tontos que para nada quedan bien en las aventuras de Clark Kent.

Y tocando el tema, no puedo creer que esta vez ya no quede nada de ese personaje que tanto me divirtió llevando sobre sus hombros la historia y la parte cómica. Christopher Reeve sigue sobresaliendo y se nota que nació para el papel, es una leyenda pero para desgracia dejaron de darle ese toque torpe, adorable y carismático que tenía el periodista en las anteriores entregas. Bueno la verdad que si hay uno que otro toque de genialidad, ame la escena del baile con Lana Lang, la cual cubre perfectamente el rol de la chica de la película y agradezco que superman no tuviera que salvarla en esta ocasión. Annette O’Toole esta bellísima como el personaje y me agrado mucho en el papel.

Se nota que los productores ya estaban llenos de avaricia y descuidaron el producto que tenían de una forma aberrante, demostrando su arrogancia dejando fuera a Lex Luthor y reduciendo el papel de Lois Lane a un mísero cameo de Margot Kidder por haber apoyado a Richard Donner cuando lo echaron.

La cinta es mala, no tiene un argumento claro, lo del superman malo está más que ridículo, no quiero ni mencionar lo de Clark vs superman  y ni se diga todo el trasfondo de las computadoras, mejor ni hablemos del “villano final”. La creatividad desapareció o mejor dicho se nota que todo lo bueno de la primera entrega es obra de Richar Donner y nada más el, aunque claro, con un gran equipo de actores que eran perfectos para cada rol.

Aun no puedo creer lo que vi, ya era demasiado. Es tan mala que no tengo nada más que decir, pero aprovecho para externar que es increíble que la mayor parte de metraje recaiga en Richard Pryor en lugar del héroe por excelencia, es un insulto al espectado, pues cuando va a ver una película de superman, paga por eso, por ver a superman en acción y no los monólogos de este personaje.

Pero no puedo negar que si entretiene, tiene ese toque mágico de las películas antiguas; esa forma de contar la historia que logra que dejes de pensar y disfrutes de la película de una manera amena y divertida. Este toque es el que se ha perdido hoy en día donde las películas se toman muy enserio y es por eso que el resultado queda ambiguo y mediocre. Me atrevo a decir que por ese pequeño detalle disfrute mas esta cinta que Iron man 3, porque superman III jamás se toma enserio, sabe lo que está ofreciendo y no plantea temas que jamás abordara.  Pero dejo claro que si es bastante mala a pesar de ese aspecto que la rescata. Me da miedo la siguiente, pero me reconforta que ya es la última.

Superman III ya toca la mediocridad, una vil parodia de lo hecho en superman: The movie y la prueba de que la saga perdió su valor artístico cuando llego Richard Lester a ella, aunque creo que el ego de los productores también tuvo mucho que ver.